La secuencia que más me gustó en el documental fue la secuencia en la que 3 chicas van a cruzar la calle, primero las vemos atentamente escuchando, esto, al principio del documental un niño en voz en off explica que es una de las razones por las que no podemos entender tan fácil a alguien ciego ya que creemos que estar ciego es simplemente como si cerráramos los ojos, y el niño dice que la gente no escucha a los árboles. Precisamente en esta secuencia Van der Keuken quita la música y deja los sonidos de la naturaleza, escuchamos el viento y a los pájaros, luego se escucha una moto, y luego es cuando por fin deciden pasar.
La música que utiliza a lo largo del documental ayuda a reducir considerablemente la carga dramática que un documental sobre ciegos generalmente invita a sentir, siento que al separar esta carga dramática, a nosotros como espectadores nos es más fácil ponernos en el lugar de ellos y así poderlos entender mejor, creo que la música rompe esas barreras y nos acerca más a ellos.
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